Con la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989, el mundo ingresó a una nueva era de expectativas respecto al fin del enfrentamiento entre dos bloques antagónicos: el capitalista y el socialista. El fin del comunismo, reabrió las grietas étnicas y religiosas de la Segunda Guerra Mundial volviendo a reconfigurar el mapa de Europa y Asia en la propuesta democrática de la libertad de mercados en el decenio de 1990.

 

Sin embargo, resulta útil hacer una evaluación a hoy de lo que ha sucedido en el mundo después de este hecho decisivo, pues se abren una serie de interrogantes respecto de la viabilidad de la propuesta democrática en el marco de un modelo económico neoliberal en donde las las desigualdades sociales, políticas y económicas persisten y se aumentan. De lo que resulta que surjan nuevas resistencias que buscan una redistribución equitativa de los tipos de recursos.